La barra aragonesa.
TIRO DE BARRA
El tiro de barra ha sido practicado durante siglos, y se inicia como juego de entretenimiento cuando las faenas agrícolas o industriales, en nuestro caso la cantería, lo permitían.
El origen del tiro de barra proviene de las tareas del campo, donde se denominaba también tiro de Reja ya que era un parte del arado de donde se sacaba las barras. También en las canteras se usabas los barrones que se utilizaban para levantar la piedra. A diferencia del tiro de bola que es genuinamente de la comarca del Jalón, el tiro de barra se practica en casi todas las comarcas aragonesas desde la antigüedad.
La tradición oral ha transmitido que hacia 1450 en el pueblo de Argavieso (Huesca) tuvo lugar una gran competición. Este pueblo estaba poblado por moriscos, vasallos del caballero cristiano Juan de Gurrea, a cuyo servicio estaba el moro Mahoma Osen, tan buen capataz como tirador de barra. Este tenía un gran contrincante, un tal Pitarque de Blasco, de profesión zabacequia o guardia de las acequias. Se organizo una tirada a diez tandas de cinco tiros y los vecinos se organizaron en dos bandos. Los moriscos apostaron por Mahoma Osen y los cristianos por Pitarque de Blasco. La apuesta era de veinte sueldos jaqueses y una comida general. El notario tenía que dar fe del resultado, cobrando diez florines de oro. Los cuidadores del morisco pusieron a su disposición patas de pollo y leche de cabra. Pitarque y los suyos prefirieron velar armas con el vino viejo de La Sarda, lugar del camino entre Argavieso y Fañanas, donde tuvo lugar la tirada. No se sabe el resultado de la apuesta.
El material que se usa actualmente para las competiciones es una barra de hierro de forma cónica, con la boca en forma de bisel, de 81 centímetros de larga, 3 cm de diámetro y 7.257 kilos de peso. Además es necesaria una tabla de madera de 10x10 cm y 2 metros de larga, para marcar el inicio del campo de tiro, y un contrapeso de entre 500 gramos y 1.5 kilos, para facilitar el giro y ayudar al tirador a mantener el equilibrio.
El campo de tiro se ubica al aire libre y en terreno llano. Tiene forma de tronco cónica, con una base recta donde se sitúa el tirador y un frente arqueado. Se debe de marcar un campo de tiro y un pasillo de seguridad. El campo de tiro tiene 20 metros de largo y 8 metros de amplitud máxima, y está subdividido en cuatro partes que, desde el punto de tirada, tienen 5,10,12.5, 15 y 20 metros de longitud respectivamente. El pasillo de seguridad sigue la forma cónica del campo y representa una prolongación de 4 metros de amplitud máxima hacia la parte frontal del mismo.
El lanzador cogerá la barra por su punto medio, haciendo coincidir el dedo índice con el punto medio de la misma. Se situará delante de la tabla de madera y la punta de la barra irá a tocar el contrapeso haciendo girar el cuerpo. Seguidamente se lanzara la barra lo más lejos posible, que luego ha de caer vertical o inclinada y pegar en el suelo con el extremo grueso de la barra, sin haber girado en el aire. Se compite a 8 tiros y el ganador será el que alcance la mayor distancia posible.
En las tiradas hay dos jueces, uno que controla que el lanzador no separe los pies de la tabla, y el otro cuyo encargo es decir, cuando cae la barra, si el tiro es nulo o válido.
El tiro de barra se práctico en Aragón a lo largo de lo siglos sin ningún reglamento oficial. Es en el año 1931 cuando se celebra el primer Campeonato de Tiro de Barra de forma oficial y bajo un reglamento basado en las normas tradicionales. El primer clasificado fue Manuel Bazán, del barrio de Miralbueno, con un tiro de 15,56 metros. Este lanzador con de lanzamiento con una marca de 16.80 metros, que mantuvo durante 42 años imbatido.
Durante los años sesenta se paraliza la actividad notablemente.
Es el 24 de Octubre de 1976 cuando se convoca un concurso en el Stadium Venecia de Zaragoza en el que participan 7 tiradores de Calatorao, 5 de Casetas, 3 de Épila y 1 de Zaragoza. Entre los ganadores está Julio Cubero que quedó en segundo lugar con un tiro de 15.04 metros. A partir de este momento se reanudan las competiciones oficiales de Barra Aragonesa y en Marzo de 1978 se constituye en Calatorao la Comisión de Tiro de Barra Aragonesa de la Federación de Atletismo y el 13 de Marzo de 1982 se constituyó la actual Federación de Deportes Tradicionales.
El 19 de Marzo de 1978, se celebra el primer Campeonato de Aragón, en el Parque Deportivo Ebro de Zaragoza. El primer clasificado y por tanto proclamado campeón de Aragón, fue Félix Serrano, de Calatorao, con un lanzamiento de 16.57 metros. En este mismo campeonato julio Cubero fue segundo con un tiro de 15.75 metros y Jesús Gracia quedó en quinto lugar con un tiro de 14.95 metros.
A partir de este momento Félix es el campeón indiscutible de Aragón, al batir el record de lanzamiento de barra en el concurso celebrado el 31 de Diciembre de 1977 en Boquiñeni, en el que Félix Serrano batió, con un tiro de 16.99 metros después de cuarenta y dos años el record de Aragón a Manuel Bazán.